Consejos para aparcar en ciudades calurosas

Las ciudades del sur y suroeste peninsular se sitúan entre las más calurosas de España. Una víctima ‘oculta’ de las altas temperaturas es el parque móvil, ya que las baterías, el motor, los neumáticos y otros componentes se deterioran por su acción. Para prevenirlo, se recomienda adoptar una serie de medidas al estacionar en cualquier parking en Almeria, Sevilla o Badajoz.

La diferencia de temperatura al sol y a la sombra es drástica. Por este motivo, lo recomendable es estacionar siempre en aparcamientos subterráneos o en plazas cubiertas. Las zonas arboladas son una alternativa eficaz en destino de montaña y de litoral.

La DGT aconseja circular en ciertas franjas horarias para evitar deslumbramientos, una solución igualmente válida para estacionar en los meses más cálidos del año sin deteriorar el vehículo. La insolación máxima se produce entre las doce horas de la mañana y las cinco de la tarde. Durante este periodo, se debe dar un respiro a la conducción y mantener el vehículo alejado de la exposición solar directa.

Respecto al uso de parasoles, cortinillas y otros accesorios, será bienvenido, a condición de que estén homologados y en ningún momento impidan la visión del usuario al conducir. Mientras el vehículo permanece inmovilizado, es perfectamente legal bloquear el paso de la luz tanto en las ventanas como en el parabrisas y la luna trasera.

No obstante, ninguna de estas medidas ayuda a preservar la pintura, otro de los elementos damnificados en ciudades y épocas de intenso calor. Además de resguardar el vehículo al estacionar, la mejor forma de evitar que la pintura se decolore y pierda su brillo es aplicar una capa de cera después de lavar la carrocería.

Incluso siguiendo estas prácticas y medidas, las altas temperaturas pueden sobrecalentar el habitáculo y generar malestar durante la conducción. Por eso, es recomendable airear el habitáculo antes de emprender viaje.

Las ciudades del sur y suroeste peninsular se sitúan entre las más calurosas de España. Una víctima ‘oculta’ de las…