El placer de comer queso en crema a todas horas
Para algunos, el queso crema es simplemente un ingrediente más en la cocina. Para otros, es una devoción diaria, casi una filosofía de vida. Clara pertenece a este último grupo. Desde que descubrió la textura suave y el sabor delicadamente ácido del queso crema, su rutina alimenticia cambió para siempre. A cualquier hora del día —mañana, tarde o noche— siempre hay espacio para una cucharada generosa de este manjar blanco.
Cada mañana comienza con una tostada tibia, crujiente en los bordes, coronada con una capa gruesa de queso en crema. A veces la acompaña con un poco de mermelada de frambuesa, otras con salmón ahumado y alcaparras. La combinación de lo salado, lo cremoso y lo dulce se ha convertido en su forma favorita de arrancar el día con entusiasmo. No es raro que, a media mañana, Clara repita la dosis, esta vez directamente del envase con un cuchillo o una cuchara.
A la hora del almuerzo, el queso crema vuelve a aparecer, camuflado en una pasta cremosa, como relleno de una pechuga de pollo o como base para una salsa de vegetales. Es su comodín culinario, capaz de transformar cualquier platillo sencillo en una experiencia reconfortante. Sus colegas del trabajo ya no se sorprenden al verla añadir queso crema a su ensalada, a su sopa o incluso a un wrap de vegetales.
Por la tarde, cuando el antojo dulce ataca sin previo aviso, Clara recurre a su postre favorito: galletas de avena con queso crema batido y un toque de miel. El equilibrio entre lo cremoso y lo crujiente es, para ella, la definición misma del placer. Y por la noche, cuando el día va apagándose, no hay cena sin que el queso crema tenga al menos un papel secundario: un dip, un relleno o simplemente una cucharada solitaria que sabe a hogar.
Algunos podrían llamarlo exageración, otros, dependencia. Clara lo llama felicidad. Comer queso crema a todas horas no es una necesidad, es un ritual. Un gesto simple que le aporta calma, alegría y sabor. Para ella, el queso crema no es solo un alimento; es compañía, costumbre y cariño. Y mientras existan cucharas limpias, no habrá razón para detenerse.
Para algunos, el queso crema es simplemente un ingrediente más en la cocina. Para otros, es una devoción diaria, casi…
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