¿Debo de preparar la piel de cara al verano?

No nos andemos con rodeos. La respuesta es un sí rotundo. En verano, nuestra piel sufre bastante, especialmente la piel del rostro y el cuello que están siempre expuestas al sol. Por eso, lo primero que tenemos que hacer es acudir a una clínica que realice tratamientos cara en Vigo para hacer una limpieza profunda. Podemos aprovechar y hacer un peeling en todo el cuerpo, lo que no nos va a venir nunca mal, sobre todo si queremos broncearnos de una forma uniforme. Una piel sana y limpia es la base sobre la que vamos a trabajar.

Una vez que la piel está limpia, llega la hora de hidratarla. Una buena hidratación puede hacerse en algunos casos en una sola sesión pero en otros hay que realizar varias para que penetre bien a fondo y la piel quede en las mejores condiciones. De esta manera, garantizamos que cuando nos pongamos al sol, siempre con la debida protección, le moreno será uniforme y la piel estará sana y bien hidratada por lo que no se resecará tan fácilmente. 

Pero realizar estos tratamientos no quita de que haya que realizar un “mantenimiento” diario. Por ejemplo, todos los días, incluso si no tenemos pensado tomar el sol, hay que usar una crema hidratante con un factor 50. Hoy las hay perfectas para usar como base de maquillaje o solas y no te ponen la piel blanca ni brillan. El resultado es igual de natural que cualquier crema hidrante para el rostro, pero no debemos de olvidar extenderla por cuello y escote si lo vamos a llevar al aire.

Cuando vayamos a tomar el sol en la playa, hay que ponerse la crema con un factor suficiente y con antelación, mejor si lo hacemos antes de salir de casa. Y tenemos que volver a extendernos crema cada hora para asegurarnos de que no nos vamos a quemar. No importa si nos ponemos morenos de manera más gradual y aparentemente más lenta, porque el resultado será mucho más bonito, más duradero y, lo que es mucho más importante, saludable.

Y, tras tomar el sol, una crema after sun tras la ducha para que calme los posibles efectos sobre la piel y esa sensación de calor que se queda muchas veces y que resulta tan incómoda. De esta forma, la piel se refresca y recupera líquidos perdidos.

No nos andemos con rodeos. La respuesta es un sí rotundo. En verano, nuestra piel sufre bastante, especialmente la piel…